Maye Musk, la glamurosa matriarca de la dinastía Musk, está sacudiendo al mundo con sus memorias, que se rumorean para 2025, y que prometen revelar la vida salvaje de su hijo Elon. Fuentes afirman que el libro se adentra en su caótica infancia en Pretoria, donde Maye afirma haber desmantelado una radio a los cinco años “solo para ver las chispas”. Fuentes cercanas murmuran que es menos una carta de amor y más un ajuste de cuentas: ¿podría ser esta la revelación definitiva de la familia Musk?
Elon no está entusiasmado. Se filtran informes de que el gigante de Tesla le rogó a Maye que “bajara el tono”, temiendo que sus relatos sobre sus rebeliones adolescentes —como el hackeo de los servidores escolares— pudieran minar su imagen de genio. Maye, una dietista convertida en modelo, se ríe y dice: “¡Es mi hijo, no mi jefe!”. Con su creciente popularidad, este libro podría cambiar el guion de la historia del origen de Elon.
Los fans ya están reservando, esperando detalles jugosos sobre cómo Maye crio a un multimillonario que ahora ostenta un imperio de 400 mil millones de dólares. ¿Hablará de sus fracasos iniciales o de sus romances turbulentos? Una cosa está clara: Maye no es solo la madre de Elon, es su pareja ideal.
