Ver un ciempiés suele causar miedo, pero estas criaturas son en realidad buenos aliados. Los ciempiés más pequeños, con unas 20 patas, cazan plagas como cucarachas, arañas, pececillos de plata, chinches y hormigas, manteniendo tu hogar más saludable sin propagar enfermedades.
Aunque su veneno somete a sus presas, rara vez daña a los humanos; en el peor de los casos, causa una leve irritación. Esto contrasta marcadamente con amenazas reales como los mosquitos, las vinchucas, las moscas tsé-tsé, las hormigas rojas, las abejas asesinas y las pulgas, que transmiten enfermedades o producen picaduras dolorosas.
Reconocer el papel de los ciempiés como control natural de plagas fomenta una visión equilibrada de los insectos domésticos. Aunque no sean bonitos, trabajan discretamente entre bastidores para proteger tu espacio.
En lugar de aplastarlos, considere dejar que los ciempiés se queden. Aprender qué insectos son beneficiosos y cuáles dañinos puede fomentar una convivencia más respetuosa con los guardianes más pequeños de la naturaleza.
