Elon Musk, CEO de Tesla y propietario de X (antes Twitter), ha vuelto a estar en el centro de la polémica tras una declaración que ha generado un intenso debate global: “Los hombres no tienen lugar en los deportes femeninos”. Su afirmación ha provocado una ola de reacciones en redes sociales, medios de comunicación y en círculos políticos, reavivando una discusión sensible sobre el deporte, la equidad y la identidad de género.

Una declaración que sacude las redes
La polémica surgió tras un mensaje publicado por Musk en su red social X, donde criticó la participación de personas transgénero en competencias femeninas. “No se trata de odio. Se trata de justicia para las mujeres que entrenan toda su vida para competir en igualdad de condiciones”, escribió. Acto seguido, añadió: “Los hombres biológicos no deberían competir en deportes femeninos. Es sentido común”.

La publicación superó rápidamente el millón de interacciones, dividiendo a los usuarios entre quienes lo aplauden por “decir lo que muchos piensan” y quienes lo acusan de transfobia.
Apoyo y condena: el mundo responde
Diversas personalidades públicas reaccionaron a las palabras del magnate. Caitlyn Jenner, medallista olímpica transgénero, respaldó a Musk afirmando que “proteger el deporte femenino no es discriminación, es respeto”. Por otro lado, organizaciones defensoras de los derechos LGBTQ+ como GLAAD condenaron su mensaje, calificándolo de “dañino y peligroso para la comunidad trans”.

También se pronunciaron varias deportistas de élite. La exnadadora Riley Gaines, crítica habitual de la inclusión de mujeres trans en competencias femeninas, agradeció el apoyo de Musk: “Gracias, Elon, por tener el coraje de decir lo que muchas atletas no pueden decir por miedo a ser canceladas”.
Sin embargo, Megan Rapinoe, estrella del fútbol femenino y activista por la inclusión, respondió con ironía: “Quizás Elon debería concentrarse en los cohetes y dejar el deporte a quienes lo vivimos”.
Un debate que sigue ardiendo
El deporte de alto rendimiento lleva años lidiando con esta polémica. La inclusión de mujeres trans en competencias femeninas ha llevado a cambios en las normativas de organismos como la FINA (natación) o World Athletics, que recientemente han restringido su participación en ciertas pruebas. La cuestión gira en torno al equilibrio entre la inclusión y la equidad competitiva.

Para Musk, la línea es clara: permitir que atletas nacidos biológicamente hombres compitan en deportes femeninos representa una injusticia para las mujeres. “Esto no es ideología, es biología”, sentenció en otra publicación.
¿Oportunismo o convicción?
Algunos críticos sugieren que Elon Musk está utilizando este tipo de mensajes para reforzar su imagen como defensor de la “libertad de expresión” y atraer a sectores conservadores, especialmente en un contexto político en el que su red social X ha perdido grandes anunciantes y busca consolidar una base fiel de usuarios.

Otros, sin embargo, creen que sus opiniones reflejan una preocupación real por los principios básicos del deporte. “No todo es estrategia. A veces, simplemente dice lo que piensa”, comentó un exempleado de Tesla que trabajó de cerca con él.
El impacto en la conversación global
Lo cierto es que, una vez más, Elon Musk ha logrado lo que mejor sabe hacer: generar conversación. Su capacidad para colocar temas sensibles en la agenda pública, sin filtro ni corrección política, lo convierte en una figura tan admirada como polémica.
Mientras algunos piden censura o sanciones, otros celebran que se abra el debate. El deporte, como espejo de la sociedad, sigue enfrentando preguntas complejas sin respuestas fáciles.
Conclusión
La frase “Los hombres no tienen lugar en los deportes femeninos” resuena como un eco potente en medio de un mundo dividido entre ciencia, identidad y derechos. Elon Musk, con su estilo directo y provocador, vuelve a sacudir el avispero, y guste o no, ha puesto sobre la mesa una conversación que muchas instituciones prefieren evitar.
Sea cual sea la postura, lo cierto es que el debate sobre la inclusión en el deporte apenas comienza, y con figuras como Musk interviniendo, la discusión promete ser larga, intensa y mediática.