Fenómeno de La Niña 2025 : ¿reducirá la temperatura del planeta?

La Niña 2025 llega con retraso pero, probablemente, se mantendrá hasta la primavera. La fase fría del fenómeno climático natural conocido como El Niño, provoca fluctuaciones de temperaturas y cambios en la atmósfera. Sus efectos no se pueden separar de los del cambio climático.

Nos hemos acostumbrado a convivir con los récords. Las altas temperaturas y las olas de calor ocupan los titulares una y otra vez, mes tras mes, convirtiendo lo excepcional en normal. Cada verano, se alcanzan récords de temperaturas desde que hay registros.

Es cierto que los últimos años ha estado marcado por la presencia de El Niño, la fase cálida de un fenómeno recurrente y natural en el océano Pacífico tropical. Y que ahora, tras unos meses de incertidumbre y con cierto retraso, su fase fría, La Niña, parece llamar a las puertas, según los últimos pronósticos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). ¿Significa eso que la temperatura del planeta va a bajar? ¿Y qué consecuencias tendrá en los patrones climáticos de América Latina, una de las regiones más influenciadas por el binomio El Niño-La Niña?

¿Qué es el fenómeno de La Niña en 2025 y cómo afecta al clima global?

El Niño-Oscilación del Sur (ENOS) es un fenómeno climático natural que conlleva fluctuaciones en la temperatura del océano Pacífico ecuatorial, además de cambios en la atmósfera. Es conocido desde hace mucho tiempo y sus diferentes fases se logran predecir con exactitud desde 1986 gracias a los miles de boyas y sensores de temperatura repartidos por los océanos. Este fenómeno está formado por una fase con temperaturas más altas de lo normal (El Niño), una fase neutra y otra con temperaturas más bajas de lo normal (La Niña). En los últimos meses, El Niño ha dominado el Pacífico. Ahora, la OMM señala que existen un 60% de probabilidades de que se produzca La Niña a partir de junio-julio, y un 70% de que lo haga a partir de agosto.

“Los pronósticos son cada vez más claros: es muy probable que La Niña se desarrolle durante el verano y el otoño y que se mantenga al menos hasta final de año. Habitualmente, dura más tiempo que El Niño, pero todavía no sabemos bien lo que ocurrirá este año, existe incertidumbre alrededor de la fuerza y la duración del próximo evento de La Niña”, explica Álvaro Silva, climatólogo de la OMM. “Pasar de uno a otro en poco tiempo es normal, sobre todo, teniendo en cuenta que venimos de un periodo cálido muy fuerte. Ya ha pasado antes y es algo natural”. Sin embargo, este año ha llegado con cierto retraso y se prevé que sea más débil que en años anteriores.

Efectos de La Niña 2025: temperatura global, tormentas y sequías

A nivel mundial, los episodios de El Niño pueden producir un aumento de la temperatura media en superficie, mientras que los episodios de La Niña tienen un efecto de tendencia al enfriamiento, según la OMM. Sin embargo, la influencia de este fenómeno es reducida, mientras la tendencia general de calentamiento global es cada vez más intensa y evidente. “Los efectos del cambio climático son claros, independientemente de El Niño o La Niña. Los últimos nueve años han sido los más cálidos desde que hay registros, a pesar de que en los últimos años La Niña se mantuvo de forma prolongada en el Pacífico”, señala Silva. “Podemos esperar que se produzca una ligera disminución de la temperatura respecto a lo que pasaría si no estuviese La Niña, pero no será relevante”.

Según el experto, El Niño y La Niña influyen en los patrones climáticos de todo el planeta y sus efectos no se pueden separar de los del cambio climático. Por eso, durante los próximos meses se espera que las temperaturas en América Latina sigan siendo más elevadas de lo normal.

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